Una justicia ciega

El debate de la muerte de un hombre que partió la historia de Colombia en dos.

La polémica que rodea hoy, luego de 20 años, la muerte de Luis Carlos Galán, se abre nuevamente con las declaraciones de la expresentadora, actriz y modelo Virginia Vallejo.

Para muchos un testimonio contradictorio por fechas y datos de una mujer “loca y arruinada”, para la fiscalía un aporte importante pero que “llegó tarde”, para los medios de comunicación un asunto actualmente histórico que dará como resultado dinero y para los acusados por esta mujer una amenaza muy grande por una mujer “mitómana” que pone la libertad y el buen nombre por el piso.

Sí, es cierto, no hay pruebas físicas suficientes que comprueben la veracidad de sus palabras, pero si hay una declaración de una mujer de la que todos saben y como ella confirma, fue la amante del gran capo del narcotráfico colombiano: Pablo Escobar, y gran amiga de Alberto Santofimio Botero, a quien acusa de ser el autor intelectual del asesinato de Galán. Sin embargo muy a pesar de tener tanto que contar a la justicia colombiana sobre este grave crimen, hasta el momento ha sido completamente ignorada por el gobierno y ya un juez esta por dictar un fallo sin incluir entre sus pruebas una tan diciente como esta.

¿Qué paso?, repentinamente el caso se cierra y ya no hay nada que hacer, ya un testimonio tan importante no puede hacer parte del proceso pues se cerró la audiencia pública. “Nos rige una justicia transparente que busca el bienestar para una sociedad”, entonces, ¿qué pasa?, quizás es verdad cuando se traduce de forma literal el decir que la justicia es ciega, y valla el trapo negro que tiene puesta la colombiana.

Ahora, hay un principio en el derecho procesal en el que las etapas tienen una preclusión, es decir que hay en tiempo en el proceso en el que se muestran las pruebas de ambas partes al juez y cuando dicho tiempo se acaba el juez toma una decisión según lo que tenga, hay que someterse a lo que dice la ley, en ese sentido es valido que el testimonio de la Vallejo no pueda ser incluido, pero luego de haberla escuchado, muchas verdades salen a la luz y las acusaciones hechas son muy graves, sobretodo para personajes tan importantes como expresidentes, organismos del estado, medios de comunicación y periodistas, todos estos acusados por esta mujer de haber tenido vínculos con el narcotráfico.

Pero por si se le olvidó al gobierno colombiano, así como hay principios en el derecho procesal para respaldar el hecho de no incluir este testimonio en el caso Santofimio, la Constitución Política de Colombia enseña que las autoridades están instituidas para trabajar mancomunada, solidaria y armónicamente en los fines del Estado.

Recuérdese que nuestro Estado es un estado social de derecho, por ende, la Administración de Justicia como función pública y como autoridad deberá acatar el articulo 228 de la Constitución nacional, que enseña que en sus actuaciones prevalecerá el derecho sustancial, en el que la declararse no genere factores de violencia y se vea justo, y en el caso Santofimio, lo sustancial debe primar sobre el punto de vista jurídico-político, y conocer la verdad, solamente la verdad y nada mas que la verdad , incluyendo la declaración de Virginia Vallejo, a través del mecanismo de la nulidad por violación al debido proceso, el cual se puede alegar buscando la verdad; siendo ésta la mejor forma de mostrar la “transparencia” del estado que nos rige.

Si Garavito tiene la posibilidad de salir libre en 4 años, luego de matar y violar brutalmente a mas de 172 niños inocentes, ¿por qué no declarar un caso nulo por incompleto, mucho mas tratándose de una caso en el que juega la verdad de la muerte de ese ser tan querido por la multitud: Luis Carlos Galán?.